El pothos es una planta de interior muy resistente que suele crecer y prosperar bajo luz indirecta de las ventanas o incluso con la luz de los fluorescentes de las oficinas. Pero, ¿Se puede cultivar el Pothos en el exterior? ¿Puedo tener un pothos en el jardín? La respuesta es sí, es posible tener una planta de pothos en el exterior, pero con ciertas pautas. Sigue leyendo para saber cómo cultivar el pothos en el exterior y cómo cuidarlo.
¿Se puede cultivar el pothos en el exterior?
El pothos (Epipremnum aureum) es una enredadera de sotobosque originaria de las Islas Salomón. En este entorno tropical, el pothos puede alcanzar los 12 metros de longitud. El nombre de su género deriva del griego «epi», que significa sobre, y «premnum» que significa tronco, en referencia a la costumbre del pothos por trepar los troncos de los árboles.
Por lo tanto, es lógico suponer que el pothos se puede cultivar en el exterior, lo cual es acertado, pero siempre que se viva en zonas cálidas. De lo contrario, podemos tener la planta de pothos en exterior los meses cálidos y luego cultivarla como planta de interior cuando las temperaturas bajen.
Cómo cultivar Pothos en el jardín
Si trabajas o has estado en algún edificio de oficinas, es probable que hayas visto pothos enrollados alrededor de las paredes, estanterías o lugares similares. El pothos, también conocido como hiedra del diablo, es extremadamente tolerante a la iluminación fluorescente, lo que lo hace ideal para interiores.
Lo que poca gente sabe es que el pothos es nativo de una región tropical como planta de sotobosque, y que con temperaturas cálidas y una ubicación sombría, con un mínimo de luz solar matinal, puede prosperar en exterior. Las plantas de pothos en exterior necesitan temperaturas entre 19 y 32º C y una humedad en el ambiente alta. El suelo no debería ser un problema, ya que el pothos se adapta muy bien a todo tipo de tierras.
Cuidados del Pothos de exterior
Los cuidados del Pothos en exterior son similares a los cuidados de la planta Pothos en interior. El Pothos en un jardín puede trepar por los árboles, verjas, muros o simplemente serpentear por el suelo del jardín. Su tamaño puede dejarse sin control todo lo que se quiera o retrasarse con la poda.
La tierra del Pothos debe dejarse secar entre cada riego, regándola cada dos semanas aproximadamente, no permita que la planta este en agua encharcada, debe tener un buen drenaje. Deje que se sequen solo los 5 cm superiores de la tierra antes de volver a regar. El riego excesivo y la luz solar directa son los únicos aspectos en los que el pothos es exigente, ya que no tolera ninguno de los dos.
Si observas que las hojas se amarillean, significa que estás regando demasiado la planta. Si ve que el follaje se marchita o se vuelve marrón, indica que necesita agua. Con las plantas siempre recuerda esta premisa: una planta con exceso de agua se pudre y no hay vuelta atrás, en cambio, una planta que necesita agua puede volver a brotar.
Las plantas de pothos, tanto de interior como de exterior, son fáciles de cuidar y tienen pocos problemas de enfermedades o plagas. Dicho esto, las plantas de pothos pueden ser susceptibles a las cochinillas o a las escamas en exterior, pero un algodón humedecido en alcohol o un tratamiento con spray hortícola debería erradicar la plaga en poco tiempo.
Un pothos sano creciendo en el jardín añade una sensación tropical al paisaje, además de que un pothos de exterior puede tener otra ventaja de la que carecen los que se cultivan en interior. En el exterior el pothos puede llegar a florecer y producir bayas, algo prácticamente imposible como planta de interior.